La antigua visión del trabajador que presento Carl Marx en su obra El Capital en el siglo XIX es obsoleta, incompleta y limitada. Creada en los albores del capitalismo, donde las principales fuentes de riqueza eran la agricultura, el comercio y la industria, necesita una actualización al siglo XXI y hacia el futuro.
La idea de que el ser humano, sin medios de riqueza para subsistir, solamente puede “vender” (el termino más acertado seria “rentar”) su fuerza de trabajo para lograr un ingreso que le permita disfrutar de satisfactores está rebasada con los avances en todos los campos de la actividad humana. Un ser humano puede rentar su fuerza de trabajo, vender o usufructuar su fuerza intelectual y obtener los satisfactores con su propio esfuerzo.
Para Marx, la idea de que el ser humano solo podía ser libre si contaba con el capital (bienes raíces, fabricas, etc.) no tomaba en consideración que en ese mismo momento se convertía en Capitalista, lo mismo que pretendía abolir con el socialismo, en una primer etapa, y con el comunismo, como el estado superior del ser humano libre de todo dogma y gobierno. Además, para subsistir, en solitario con los medios de producción, el ser humano debe realizar por sí mismo todas las tareas para obtener los satisfactores.
El ser humano moderno puede generar riqueza utilizando únicamente su capacidad intelectual. El ser humano ya no debe ser visto como una bestia de carga (antigua visión de la esclavitud) sino como un generador de satisfactores, no solamente básicos sino secundarios y terciarios, que el tiempo libre y la mayor esperanza de vida permite.
La idea de que el trabajo aliena al hombre es la semilla de toda tiranía, pues con el argumento liberador una pequeña camarilla de líderes, quienes gozan de todos los beneficios de la libertad económica sin compartir las responsabilidades de la labor, impone la filosofía comunista. No hay más trabajo alienador que el impuesto en aras del comunismo insensible e “iluminado”.
El ser humano puedo obtener los satisfactores que desee, disponiendo de los elementos básicos deseo, educación, oportunidad. Estos tres son los nuevos tierra, medios de producción y capital. Solo que para hacerlos producir riqueza hay que trabajar, para sí mismo pero al fin de cuentas trabajar.