Comentarios muy, pero muy, personales sobre diversos temas. Política, economía, responsabilidad social, espectáculos, dinero y otros. En ocasiones habrá videos y podcast, pero no muy seguido.
13 de agosto de 2021
6 de agosto de 2021
3 de noviembre de 2020
Marco Bragadino en Palacio Nacional
Robert Greene, en su libro “Las 48 leyes del poder”, escribe la historia de Marco Bragadino para ilustrar la ley 32, “Juegue con las fantasías de la gente” y explica como es mejor usar la fantasía que la realidad para tener poder y fortuna. La historia de Bragadino explica como una persona puede engañar al pueblo mediante las falsas promesas de riqueza fácil y rápida para salir de sus problemas actuales. Durante varios meses, Bragadino prometió convertir metales comunes en oro para aliviar las penurias económicas de la republica de Venecia. Cansados de esperar por los resultados, el pueblo de Venecia obligó a Bragadino a huir de Venecia culpando a los venecianos por su falta de paciencia para obtener los beneficios. Quiso aquel repetir la farsa en Bavaria, pero el Duque fue menos paciente y lo mando decapitar por farsante. Tuvieron que darle tres golpes para cortarle la cabeza.
El presidente López Obrador se pasó 18 años queriéndonos vender
“el oro de la piedra filosofal” que decía tener. Tenia todas las respuestas a
todos los problemas de la vida nacional, los cuales tenían un origen común, según
él: El supuesto “fraude” del que fue objeto en 2006. En otras palabras, los
males del país eran la consecuencia de que él no llegó a la presidencia en ese
año. La cúspide de sus fantasías fue proclamarse “presidente legítimo” y muchos
le compraron la farsa porque la realidad les era demasiado dolorosa.
En 2018, 30 millones de votantes le compraron la fantasía y
por fin llegó al poder. Sin embargo, en contra de las esperanzas de sus votantes,
no ha realizado la conversión deseada y por la cual fue electo. Al contrario,
en lugar de dedicarse a gobernar por el bienestar y un combate real contra la corrupción,
se ha dedicado a acumular poder político, a tal grado de absorber, de facto, el
poder del congreso y, desafortunadamente, de los órganos de justicia más elevados
del país. Sale todas las mañanas a “vender” sus fantasías. A seguir engañando con
la esperanza y culpando a todos los demás por la falta de resultados. Todo es
culpa de la falta de fe en el alquimista.
Afortunadamente, una parte de la población ya despertó y se
quitó el velo de la mentira de los ojos. Una parte de los votantes que lo
eligieron en 2018 ya se dieron cuenta que darle tanto poder a un prestidigitador
fue contraproducente. Ya se dieron cuenta que aquel que acumula tanto poder
para, supuestamente, combatir la corrupción, lo único que hace es incrementarla
y ocultarla. Una gran parte de México esta dejando de ser Venecia y se está
transformando en Bavaria.
20 de octubre de 2020
La elección de diputados en el 2021
Las elecciones intermedias en la mayoría de los sexenios han sido, por decir lo menor, intrascendentes e insípidas. Muchos políticos rechazan estas candidaturas para dedicarse a trabajar por otras, aparentemente, con mayor relevancia, ya sea en sus estados o en las diversas entidades del gobierno. Otros, las ven como un trampolín para seguir en el presupuesto y aprovechar sus estructuras electorales, sin dar mucha relevancia al importantísimo trabajo que debe realizar una diputada o diputado federal.
En las elecciones de diputados del 2021 se juega, mucho más allá
de la conformación de la cámara, el futuro político y democrático de México. El
presidente López seguirá impulsando su agenda populista y antidemocrática,
copiando los modelos cubano y venezolano, y será hasta después de la elección y
conformación de los diputados que asestará el golpe mortal a la democracia:
Modificar la constitución para que se le permita la reelección.
¿Por qué no hacerlo hoy, que tiene una mayoría clara en la cámara
de diputados? La respuesta es fácil, las elecciones del próximo año. Si
presenta hoy la iniciativa, es altamente probable que pierda la cámara en las próximas
elecciones y con ello se de reversa a las modificaciones que realice la actual.
¿Pero no podríamos hacer lo mismo en las elecciones del 2024 y revertir las
reformas? No, porque el actuar del régimen actual es destruir a las instituciones
que garantizan la democracia, y el siguiente paso seria desmantelar al INE y al
Tribunal de Justicia Electoral, aunque en eso ya lleva camino andado.
Es por eso por lo que debemos trabajar en identificar
candidatas y candidatos con un compromiso irrestricto con la democracia y que
vean el bien mayor que representa para todos las mexicanas y mexicanos. No
debemos de permitir que un aprendiz de dictador y acaparador de poder dicte el
destino de esta gran nación y mucho menos que destruya nuestra economía y nuestra
democracia. Las formas de coaptar otros poderes, ya sea mediante la dadiva o el
chantaje, le han funcionado de maravilla. La última línea de defensa que nos queda
es la elección de diputados honestos y libres en 2021.
6 de octubre de 2020
El presidente YouTube
El presidente López Obrador ha hecho uso de las redes sociales como una forma de seguir haciendo campaña política, aún después de haber ganado la elección y de asumir el cargo como presidente de la República. Una de sus redes preferidas es YouTube. El presidente se ve feliz y satisfecho grabando vídeos a lo largo y ancho de la República Mexicana. En algunos nos invita a degustar una sabrosa bebida, en otro una comida rural, en algunos comparte el paisaje mexicano y, también en algunos casos, jugando su deporte favorito: el béisbol.
Las nuevas tecnologías han dado nacimiento a nuevas
actividades profesionales. Una de ellas es el ser creador de YouTube o
influencer. Mucho de esta actividad se basa en la popularidad del creador para
seguir vendiendo su contenido, ya sea a las marcas comerciales o a través de
los programas de patrocinio. Por eso todas sus actividades van encaminadas en
incrementar y defender la popularidad de sus canales. El presidente no es
diferente a muchos de ellos. En muchas de sus mañaneras se le ha visto
defendiendo su grado de popularidad acusando a medios, periodistas y sociedad
civil cuando en ejercicio de sus legítimos derechos le recriminan su falta de
actuación o su parcialidad al momento de ejercer el mando constitucional de
presidente de la República.
López Obrador parece utilizar una estrategia para acrecentar
su popularidad en redes, la cual consiste en ser agresivo, violento o hacer
cosas para llamar la atención a toda costa. Eso, cuando se ejerce el cargo de
presidente de la República, es tremendamente peligroso. El ser presidente de la
República no es un concurso de popularidad. Es una alta responsabilidad de
tomar decisiones, en algunos casos, complicadísimas, difíciles y trascendentales
y qué poco abonarán a la popularidad del presidente en turno. López Obrador no
entiende esta realidad y simplemente lo que busca es ser popular.
El populismo es el ejercicio público pensando en incrementar
la popularidad del funcionario, sin medir las consecuencias de su falta de
acción en temas sensibles y complicados. El funcionario debe basar su desempeño
en el mejoramiento de las condiciones de vida de los habitantes, incluso tomando
decisiones impopulares, pero necesarias.
Muchos Youtuberos e influencers han perdido su modo de vida
al realizar acciones que rebasaron los límites y cayeron estrepitosamente del
gusto del público. Tomaron decisiones equivocadas pensando que su popularidad
les permitía hacer y deshacer. El público los regreso a la realidad. En el caso
de López Obrador, sus comentarios y acciones son cada vez mas audaces y esta a
punto de cometer un grave error que derrumbara su popularidad y su apoyo
social. El problema es que él no perdería un canal de YouTube, él perdería un país
y, posiblemente, el futuro de millones de mexicanas y mexicano.